La tecnología en la industria financiera es actualmente un elemento esencial en términos de incorporación para la generación de valor agregado dirigida a usuarios y clientes de las organizaciones, de aquí que se presente un reto relevante en la toma de decisiones de manera ágil, productiva y eficiente.

En el modelo tradicional que ha venido evolucionando de forma constante día con día, los factores de equilibrio en la captación de recursos monetarios para a su vez permitir la colocación de los mismos, resaltan nuevas variables dinámicas en las que la tecnología viene desarrollando un papel relevante, sin dejar de obviar, la propia regulación financiera internacional y local de cada región.

En nuestra participación a nivel consultivo con las más recientes tecnologías, hemos observado que las variables de innovación pueden enunciarse de la siguiente forma en un enfoque efectivo:

• Unicidad en la integración de las plataformas conocidas como “core”.
• Gestión de riesgos dinámica soportada en la tecnología.
• Enrolamiento digital para clientes y usuarios de forma simple.
• Tecnologías de pago digitales móviles y seguras.
• Administración de datos con metodología “Big Data”.

Dentro de los beneficios que podemos resaltar en la implementación efectiva de las variables enunciadas y una vez definido un modelo de negocio integral, la administración tecnológica eficiente permite agilizar y optimizar tanto los tiempos como los procesos, así como disminuir errores como efecto de la automatización y definitivamente el acceso con mayor inmediatez y seguridad a los datos, lo cual garantiza un desarrollo no solo eficiente sino además sustentable.